Nazareno y Esperanza -MOTRIL-


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Historia

Cofradía


LA COFRADIA DE JESUS NAZARENO (1635-1684)



Motril es un bello enclave urbano ubicado en la costa granadina que cuenta con una tradición a la hora de conmemorar las festividades religiosas. Dos fechas resaltan en la mente de todos los motrileños, una, el 15 de Agosto, día de su patrona, la Virgen de la Cabeza, y otra, el 13 de enero, que es el día en que su copatrón, Nuestro Padre Jesús Nazareno, recorren en procesión de penitencia las céntricas calles del centro de la ciudad. Esta remota efemérides, tiene como fecha de inicio la tarde de ese fatídico día del mes de Enero de 1804, cuando la población quedo estremecida por una serie de violentos terremotos que causaron graves daños materiales, aunque no personales. Los, motrileños de antaño, presos de un inenarrable pavor y desesperación, exhibieron públicamente numerosas muestras de contrición, arrepentimiento y, sobre todo, de fervor y devoción a la sagrada efigie de Jesús Nazareno, que fue sacar en procesión votiva para clamar el final de tan cruentos movimientos sísmicos. Desde ese lejano dia, ese acontecimiento, henchido en una enorme religiosidad popular, se ha ido repitiendo impertérrito con el paso de los años hasta los tiempos actuales y revela los arraigados sentimientos que han tenido y tienen las gentes de Motril, y más aun la imperturbable fe y la exacerbad esperanza en su Santo Patrón, que siempre que ha ocurrido un hecho luctuoso, ve como los fieles se encomiendan para suplicar su divina intervención. Pero en honor a la verdad se ha de precisar que esa profunda devoción hacia el Nazareno no parte de ese enfático año de 1804, sino que es todavía mucho más antigua, pues, va a hundir sus raíces en el primer tercio del siglo XVII.

Remontándonos en el tiempo a la época de pleno apogeo del barroco español, podemos afirmar que la advocación a Jesús Nazareno se instituye en Motril en 1635, año en el que un grupo de motrileños de hondo sentimiento religioso decidieron organizar una hermandad de penitencia con el título de Jesús Nazareno y Nuestra Señora de la Amargura. Con ella, la entonces villa cobró nuevo valor a la hora de rememorar las fiestas de Semana Santa y, sobre todo consiguió que su nombre, en estas fechas tan señaladas, fuera conocido por todos los rincones de Andalucía

Los orígenes.

Los anales de esta joven hermandad principian el día 7 de Marzo de 1635, fecha en la que una representación de futuros cofrades pertenecientes a estratos sociales bien acomodados se reunieron conjuntamente para redactar las constituciones que en adelante iban a regir su ordenamiento interno (2). El marco elegido para llevar a cabo tan solemne capitulo fue la Iglesia Mayor de la Encarnación, el principal templo de la villa, en cuya sacristía, el vicario y beneficiado de la misma actuó como guía espiritual en todos los asuntos y formalidades que se habrían de tomar con la curia granadina. Con anterioridad al día señalado se ha de precisar que ya se habían realizado colectas de limosnas entre el vecindario motrileño al objeto de hacer frente a los importantes desembolsos que se habían previsto efectuar.

Las constituciones.

Como ya ha quedado reseñado, las constituciones de la Cofradía de Jesús Nazareno fueron redactadas el día 7 de Marzo de 1635 y constan de siete capítulos en los que se recogían todos los aspectos referentes a la organización interna, insignias pasionales, vestimentas de los penitentes, itinerarios… etc. Este documento es fundamental para desvelar la hasta ahora desconocida historia de esta cofradía penitencial.
Siguiendo la disposición de los estatutos observamos que su primer apartado trata del lugar en el que adelante iba a establecerse su residencia canóniga. Se elige para ello la Iglesia Mayor de la Encarnación que era el templo que en estos momentos, tenía mayor prestancia dentro del recinto amurallado de la villa. En ella los cofrades iban a venerar a sus titulares, y desde su pórtico, se iniciaría la procesión fijada para la madrugada del Viernes Santo.

La estación penitencial

El primer acto externo que llevo la Cofradía de Jesús Nazareno tuvo lugar en la madrugada del 6 de Abril de 1635. En este día resulto imposible disponer de insignias propias de la hermandad dada la reciente fecha de fundación y por ello, la procesión del Viernes Santo se hubo de verificar con un crucificado perteneciente a la Iglesia de la Encarnación que fue cedido para tal ocasión por los beneficiados de la misma. La comitiva procesional iba encabezada por dos penitentes que portaban los pendones de tafetán encarnado con el escudo de la cofradía y otros hermanos que sostenían 12 blandones con la sentencia romana pintada e inscrita en ellos. Detrás escoltado por dos pequeños estandartes decorados con escudos y emblemas imperiales, aparecía la junta de gobierno de la Cofradía, cuyos cinco miembros ostentaban cetros de madera revestidos de hojalata y rematados en el extremo con el distintivo de la hermandad. Junto al paso se disponían los beneficiados de la parroquia con incensarios y doce religiosos pertenecientes a la Congragación de Nuestra Señora de la Victoria que, en todo el trayecto acompañaron la imagen de Cristo entre canticos religiosos y constante rezo de oraciones. A la par y en ordenada formación, marchaban dos largas filas de nazarenos que, a los sones de un tambor y una bocina traída expresamente de Málaga, desfilaban con su cruz a cuestas en señal de penitencia.
La procesión de los nazarenos es obvio que logro impresionar a gran parte del vecindario que se dispuso a contemplar su paso por las céntricas calles de la villa.

Las insignias

Tras celebrarse este primer desfile inagural, los seis componentes de la junta rectora se reunieron para deliberar acerca de la acuciante necesidad de adquirir la imaginería religiosa que en adelante seria procesionada en la madrugada del Viernes Santo. La sesión tuvo lugar el día 23 de Septiembre y en ella se comisiono a Cristóbal Pinto, el distribuidor de la Cofradía, para que evaluara el costa que le iba suponer a la Hermandad, la realización de tres insignias que reflejaran las emotivas escenas de la Pasión de Cristo, en concreto, un Nazareno con la cruz a cuestas, la Virgen Dolorosa y la Santa Mujer Verónica, todas ellas de movimiento y con sus respectivas andas y encarnado, teniendo la particularidad de ser talladas a imagen y semejanza de las que radicaban en la Iglesia de Nuestra Señora de la Victoria de Málaga. Es evidente que este obligado requisito hace ver que algún miembro de la directiva -particularmente Cristóbal Pinto- había contemplado con anterioridad esas imágenes y había quedado prendado de su imponente dramatismo y de la veracidad de sus expresiones y composturas.
Cristóbal Pinto escribió a su tío Diego Pinto, que a la sazón era familiar del Santo Oficio en la vecina ciudad de malagueña, para que este se entrevistara con los artistas que pudieran abordar este grato encargo. Tras los oportunos encuentros se decidió entablar conversaciones más profundas con un maestro de gran renombre en estos momentos, el escultor Jusepe Micael Alfaro.

La capilla

La imagen de Jesús Nazareno ocupo primitivamente una pequeña capilla en la Iglesia Mayor de la Encarnación que pronto se quedo pequeña ante la afluencia masiva de los fieles motrileños. Esta consagrada estancia fue acondicionada en el mes de Febrero de 1636 con objeto de conferir un emplazamiento ocasional a las imágenes que próximamente llegarían de la cercana ciudad de Málaga. Su estructura externa se componía de una reja externa de madera abierta en su centro por un postigo que permitía su acceso al interior y cuyo costo final fue evaluado por Juan Núñez, maestro carpintero, en 50 reales.

En 1640 se llevaron a cabo nuevas reformas que permitieron coronar la reja con puntas de flecha labradas en hierro, instalar una cerradura en el postigo y adquirir dos valiosos candeleros de hojalata con 70 cañones para colocar en ellos la cera que todos los domingos de Cuaresma se gastaba los misereres dedicados al titular. El reducido espacio de la capilla, y sobre todo las inclemencias meteorológicas que ya habían provocado serios desperfectos en las paredes, motivaron el que se planteara trasladar este primitivo emplazamiento a otro lugar más amplio y adecuado. Este anhelo consiguió hacerse realidad en 1642 al instalarse el altar del Copatrón de Motril en el lugar que anteriormente ocupo la capilla de Juan de Cárcamo, localizada cerca de la entrada principal de la iglesia y, concretamente, frente a la pila bautismal. Con esta permuta se hizo necesario ampliar el enrejado de madera con tres listones más y engalanar todo el oratorio con un impresionante dosel de terciopelo morado, a la vez que se pintaba en el mismo color toda la estancia para que así no desentonara de la ornamentación que le rodeaba.

Los nazarenos ejercieron sin interrupción su función penitencial desde el momento de su fundación hasta los últimos años del siglo XVII. Su desaparición en el ámbito cofradiero ha de ligarse a la rápida transmisión de la epidemia de peste que en 1679 llegó a asolar todo el territorio peninsular. En Motril, precisamente por el mes de Abril, comenzaron a notarse los primeros síntomas de la enfermedad, proliferando desde entonces el numero de apestados. La población, ante el desamparo y el triste final que se avecinaba, se ejercito en rigurosos ayunos, limosnas votivas y procesiones de penitencia con el ánimo de suplicar la intervención divina. De este modo, el Nazareno volvió a ocupar las calles de la ciudad para servir de consuelo a todos los vecinos que clamaban su presencia. Durante todo el tiempo que persistió la epidemia, la imagen de Jesús Nazareno fue colocada en el pórtico de la iglesia y estuvo custodiada permanentemente por sus cofrades.



Domingo A. López Fernández
Licenciado en historia


Ya en el siglo XX hubo un primer intento de formar la nueva cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Fue en el mes de abril de 1925 como muestra el libro de actas que obra en poder de la cofradía, en el se recoge en la primera acta del día 5 de abril de 1925 en la que la junta de la cofradía se reúne bajo la presidencia del cura párroco de la Iglesia Mayor de la Encarnación, D. José Puerta Bueno.

Según el acta número 2 del día y el punto nuero 2 de la misma, se nombra a la junta directiva de la cofradía con arreglo a las normas generales hasta tanto estuvieran los estatutos en cuyo caso se reformara aquella para adaptarla a lo dispuesto en ellos, con objeto de dar dirección y gobierno esta hermandad. Acto seguido se procedió a nombrar la directiva que quedo constituida de la siguiente forma:


Hermano Mayor
D. Fernando Herrera Gallardo
Tesorero
D. Manuel Pérez Reina.
Secretario
D. Francisco Pérez Padilla.
Vocales
D. José Mª Martin Fonseca
D. Antonio González Castellano
D. Mariano Pérez.



No obstante, los datos relativos a este periodo solo los podemos encontrar hasta el día 27 de enero de 1927 como que reflejado en la última acta escrita en el libro.

La cofradía tal y como la conocemos hoy, se funda el 20 de septiembre de 1947 en que se rubrica el acta fundacional de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Motril, por un grupo de 46 motrileños bajo la dirección espiritual del entonces párroco de la Encamación, D. Salvador Huertas Baena. Sus estatutos fueron aprobados, con igual fecha, por el Arzobispo de Granada, D. Balbino Santos Olivera. Sus Titulares son Jesús Nazareno y María Stma. de la Esperanza.

El Señor es obra del imaginero granadino Antonio Martínez Olalla. Fue realizado en 1938 gracias a la iniciativa de la familia motrileña Jiménez Ullá, quien lo donó a la Parroquia de la Encamación, si bien la imagen recibió culto inicialmente en la Iglesia de las R.R.M.M. Nazarenas de esta ciudad hasta que la Iglesia Mayor fue restaurada tras la guerra. Se trata de una talla vestida con túnica morada y cíngulo dorado, descalzo, con corona de espinas y la Cruz al hombro. La Virgen fue realizada, a instancias de la propia Cofradía, en el año de 1952 y procesionada por primera vez al año siguiente. El Nazareno ostenta el copatronazgo de la ciudad y es una imagen de gran devoción en Motril. Los dos titulares reciben culto en la Iglesia Mayor en las capillas inauguradas en la década de los ochenta gracias al esfuerzo realizado por la Junta de Gobierno, con la ayuda del pueblo de Motril. En dos fechas al año, la imagen del Nazareno realiza sus salidas en procesión, una el 13 de enero, voto de la ciudad y la otra en la tarde-noche del ]ueves Santo, acompañado de la Santísima Virgen de la Esperanza y de toda su cofradía.

Son hermanos honorarios la Caja Rural de Granada, el Escuadrón de Vigilancia Aérea nº 9, D. Bernabé Pagés, Cruz Roja Española, la hermandad de la Virgen de la Cabeza.

Forma parte de la cofradía el Real Cuerpo de Camareras de la Virgen de la Esperanza, fundado en 1982 y presidido desde 1985 por S.A.R. Dª Cristina de Borbón y Grecia como camarera de honor.

El acta de fundación de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Motril quedo firmada, el día 20 de septiembre de 1947, por un grupo de 46 motrileños bajo la dirección espiritual de D. Salvador Huertas Baena, entonces párroco de la Encarnación y persona que para siempre dejo huella en Motril por su carácter bondadoso y espíritu extraordinario siendo elegido como primer hermano mayor de la cofradía D. José López Gómez.

Los estatutos de la corporación fueron aprobados, con la misma fecha, por el Arzobispo de Granada D. Balbíno Santos Olivera. En un principio, la recién fundada cofradía adopta como Titular a Jesús con la Cruz a cuestas, una imagen ya existente fruto de la donación de la Sra. Dña. Emilia Jiménez Ulla (en memoria de su esposo, Dº Luis Cuevas) a la Iglesia de la Encarnación. La imagen del Señor, realizada por el escultor granadino Antonio Martínez Olalla en 1938, vino a ser el nuevo exponente de la devoción popular hacia la efigie del Nazareno, cuya anterior realización fue destruida en la Guerra Civil.

La imagen del Nazareno constituye un caso peculiar de la imaginería pasional, pues su concepción, si bien no es propiamente procesional, ha servido para que los motrileños le demuestren su devoción en la calle, incluso antes de que la Cofradía existiese; así, tenemos abundantes referentes de la época que nos muestran las salidas procesionales del Señor sobre el antiguo trono de la Virgen de los Dolores a comienzos de los años 40. Esta imagen, una talla completa, si bien completa y policromada en cabeza, manos y pies, conserva en su interior, aunque en desuso, el mecanismo que permitía antaño la movilidad de sus brazos, y el gesto de bendecir.

En cuanto a la Virgen de la Esperanza, la Cofradía la incorpora como co-titular en 1952 y es procesionada por vez primera el año siguiente. La imagen la realizo, igualmente Dº Antonio Martínez Olalla quien respetó en su hechura la igualdad de proporciones e incluso los rasgos que el Hijo hereda de la Madre.
Desde su fundación, la Cofradía ha renovado sus enseres en varias ocasiones. De hecho, el Nazareno ha sido procesionado en pasos y tronos diferentes e incluso alguno vuelto a utilizarse tras su deshecho. Así, tras el primitivo y originario, la Cofradía saca a la calle el que perteneció a la desaparecida cofradía de la Expiración, recuperando el antiguo nuevamente para sustituirlo definitivamente por el actual en 1988.

En el caso de la Virgen, esta fue procesionada en un pequeño trono y posteriormente en el palio (que aun se utiliza hoy) que la junta de gobierno adquiere a una cofradía granadina en 1960. A modo de anécdota, este trono estaba adaptado para su porte costalero a estilo granadino y planteo no pocas dificultades a la Cofradía que desecho finalmente esta opción. En 1967 este trono, sin palio, fue cedido para la primera procesión de Jesús en su Triunfal entrada en Jerusalén.

En 1970 se produce el primer relevo generacional en la Cofradía y la nueva Junta de Gobierno toma las riendas de la corporación nazarena en un momento económico difícil y, además, de crisis generalizada de la Semana Santa en el ámbito general. No obstante, con empeño e ilusión, mantienen viva la llama y la procesión sale a la calle, cada Jueves Santo, para gozo de los motrileños. En ese mismo año, además, la nueva junta recibe un duro revés, ya que la autoridad eclesiástica ordena el desalojo de la Imagen de la Virgen de la Esperanza del Templo Parroquial, por lo que los hermanos solicitan amparo para la misma a la comunidad de las Reverendas Madres Nazarenas, quienes la custodiarían durante varios años, entregándola a la Cofradía cada Semana Santa en la víspera de su salida procesional. Gracias a la autorización del Sr. Consiliario, la Señora "volvió a su casa" el mes de marzo de 1993. Ese mismo año la Cofradía incorpora el trono de la Expiración para el Señor, cuya historia duraría poco al incendiarse este fortuitamente pocos años mas tarde.

Volviendo sobre el tema de los pasos procesionales, citar que Nuestro Padre Jesús Nazareno ha sido procesionado en tres pasos diferentes. Uno de los cuales fue cedido a una Cofradía de Orgiva y ésta a su vez tras su disolución lo cedió a la Cofradía de la Oración en el Huerto de Motril. El paso, de manera de caoba, es el más antiguo de todos.

En el tránsito entre los años 60 y 70, el Nazareno presidio la procesión sobre el grandioso paso del Cristo de la Expiración, destruido completamente tras un incendio. Finalmente, en 1988 la Cofradía estrenaba el actual, ejecutado por el maestro Alcalá en Granada (Q.D.E.P), paso de increíble belleza y dedicación artesanal realizado completamente a mano y que supone el cuerpo superior de un trono que aun esta por acabar y cuya ejecución se realizara en venideros años.

Por otro lado, la Virgen de la Esperanza fue procesionada durante los primeros años en un sencillo paso, de peculiares características y engalanado con profusa iluminación, aunque sin palio; sustituido por el actual y que fue adquirido a una cofradía de Granada en los años 50, y completado con 12 varas de palio de metalistería dorada y bambalinas de terciopelo verde bordado en oro, en el frontal, en los talleres de Merlo (Valencia). El techo del mismo se completa con la alegoría del Espíritu Santo, bordando una paloma blanca rodeada de destellos. La configuración de la candelería actual data de 1982. A final de la década de los 80 se suprimen del trono los faroles de cola, muy deteriorados por el paso del tiempo. Hay que reseñar que los respiraderos del paso de la Virgen sufrieron graves daños a raíz de la inundación de buena parte del Templo Parroquial, en los años 70, a causa de las lluvias, con lo que se perdió la totalidad del revestimiento del dorado del mismo.

En torno a este tema hay que apuntar otro dato para la historia de esta cofradía. El paso perteneciente a la Expiración de Motril utilizo él, afortunadamente, extinguido armazón con ruedas; si bien la desaparición del trono obligo a la cofradía a rescatar el antiguo que, dada la conocida "crisis" de la época hubo de ser portado de manera voluntaria por los soldados del Escuadrón de Vigilancia Aérea nº 9 de Motril.

Seria a finales de la década de los setenta cuando un grupo de jóvenes de la ciudad asume el papel que durante mucho tiempo no había tenido, y porta a hombros al Nazareno. Mientras, el paso de la Virgen de la Esperanza marcha a ruedas casi dos décadas, hasta que la Junta de gobierno recibe en 1981 el ofrecimiento de la Escuela de Costaleros que se materializo el Jueves Santo de 1982, año en que por vez primera Nuestra Señora es portada por cerca de un centenar de jóvenes uniformados.

En el año 1993 se marca un antes y un después con la inauguración de la casa de hermandad de la cofradía, gracias a la donación de un solar por la familia Pages Hernandez, un soberbio edificio de dos plantas enclavado en el cofradiero camino de las Cañas y se acaba así con el eterno problema de montaje y desmontaje de los tronos procesionales, a la vez de que se cuenta ya con un lugar físico de convivencia y hermandad sin que, por otro lado, la Cofradía pierda la referencia de su enclave urbano.

La inauguración (19 de marzo de aquel año) estuvo precedida de una misa solemne en la cual la Cofradía impuso la actual corona de reina a la Virgen de la Esperanza, como muestra de respeto, cariño y expresión de devoción mariana d e la cofradía. Para su consecución de la misma, fue necesaria la colaboración de un buen numero de hermanos convocados por su, entonces albacea, Antonio Olvera García, quien un año después conseguiría materializar el deseo de la Junta de Gobierno de poseer una espléndida saya bordada en oro para la imagen.

En el año 2.004, muchos fueron los cambios y novedades que se produjeron. Sin lugar a dudas la más llamativa fue la nueva forma de portar a nuestros amados Titulares por parte de sus costaleros. Como bien se sabe, hasta este pasado año, Ntro. Padre Jesús Nazareno siempre había procesionado desde el año 1.948 por las calles de Motril a hombros sobre trono de estilo malagueño, al igual que Ntra. Señora, la Stma. Virgen de la Esperanza, que en 1.953 hacía su primera salida procesional junto al Co-Patrón de Motril portada al mismo estilo. Tan sólo hubo un "breve" espacio de tiempo en el que los tronos salieron a la calle a "ruedas" como solemos decir todos los que vivimos esos extraños momentos. Afortunadamente yo era muy pequeño y no poseo recuerdos, pero imagino que para los que por aquel entonces estaban al frente de esta Cofradía se les tenía que hacer un nudo en la garganta cada año que pasaba y sus titulares seguían sin ser portados a hombros como antaño.

Afortunadamente, gracias a la iniciativa de un grupo de jóvenes, se fundó la escuela de costaleros de Motril. Este grupo se encargaba de portar sobre sus hombros a todas las imágenes que procesionaban por nuestra ciudad a mediados de los años ochenta. Esta iniciativa hizo que cada vez más jóvenes motrileños se animaran a llevar a sus imágenes, hasta el punto que cada cofradía tenía su propio cuerpo de costaleros.

Sin embargo, la manera de pensar de antaño ha cambiado, lo que ha hecho que los jóvenes sean más reacios cada día a salir en procesión con su traje portando a sus imágenes. Esto, unido a una creciente dejadez religiosa por parte de la juventud, hizo que poco a poco las distintas hermandades y cofradías se plantearan seriamente cambiar la formar llevar sus tronos. Cada vez era más difícil encontrar a ciento cuarenta jóvenes dispuestos a salir de costalero. Este número se reduce considerablemente si los pasos son portados al estilo granadino o sevillano, es decir, por dentro. No hay que olvidar que un trono malagueño en Motril era llevado por aproximadamente sesenta, setenta u ochenta hermanos de trono.

Evidentemente si la hermandad tenía dos tronos, el número se multiplicaba, con el consiguiente esfuerzo para encontrar a los jóvenes necesarios para llevarlos y que no volvieran los temidos años de las "ruedas". La actual junta de gobierno de esta Cofradía llevaba detectando este problema en sus tronos desde hacía siete-ocho años aproximadamente siendo el descenso más acusado desde los últimos tres o cuatro años. Cada vez era más complicado encontrar el número suficiente de personas para sacar los tronos a la calle. La gota que colmó el vaso se produjo en la salida procesional del año 2.003. El trono de Ntro. Padre Jesús Nazareno siempre fue portado por aproximadamente 68 - 76 hombres, mientras que el de Ntra. Señora la Virgen de la Esperanza su número de portadores era de 72 - 84 llegando algunos años a llevar hasta más de 90 hombres.Pues bien, todo esto fue cambiando poco a poco hasta que en el año 2.003 Ntro. Padre Jesús Nazareno fue portado por escasamente 50 hombres y el de María Stma. de la Esperanza por 62. Evidentemente veíamos cercano el día en el que los Titulares pudieran quedarse en su Casa de Hermandad al no haber hombres suficientes para poder llevarlos a hombros sobre sus antiguos tronos.

Tras esa salida procesional, la junta de gobierno se reunió con carácter de urgencia para analizar tanto el desfile procesional como la escasez de hermanos costaleros que se había producido. Después de analizar y debatir todas las posibilidades y todo el trabajo que se había hecho para intentar recuperar el número de hombres de trono año tras año, y analizando los cambios que también había sufrido la Semana Santa Motrileña, se decidió proponer en Cabildo General Extraordinario la posibilidad del cambio de tronos. Ese cabildo se celebró el 11 de Julio de 2.003 aprobándose dicho cambio a estilo granadino y aprovechando para acometer la ejecución del nuevo paso para María Stma. de la Esperanza dado el tremendo deterioro que sufría su antiguo trono.

En la actualidad la cofradia esta inmersa en la realizacion del nuevo paso de palio de la Virgen de la Esperanza. Paso que calzan 36 costaleros, a trabajedra granadina, realizado en los talleres del orfebre motrileno Luis Ramon Diaz, paso repujado de orfebreria, palio de bambalinade terciopelo verde tipo juanmanuelino.

El paso de misterio de Nuestro Padre Jesus Nazareno tambien se ha reformado para adaptarlo al mismo estilo, trabajadera granadina, calzan 40 costaleros. En la actulidad solo esta terminado el cuerpo superior del mismo, de estilo barroco tallado en madera de caoba, obra del artista granadino D. Francisco Alcalá, cartelas plateadas de Manuel Alvarez, asi como faroles de orfebreria Moreno de Granada.

Han sido hermanos mayores de la cofradia desde su fundacion:



D. Jose Gomez Lopez
D. Juan Antonio Escribano Castilla
D. Juan Jose Escribano Glez. Carrascosa
D. Francisco Gomez Gonzalez
D. Gerardo Martin Rodriguez
D. Francisco Barreras Moya




En la actualidad
Dª. María del Carmen Ferrer García es hermana Mayor.


Si deseas disponer la historia al completo, puedes descargartela desde aquí.






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